Durante mucho tiempo los pequeños productores se preguntaban: qué y cómo producir? Hoy en día, la situación ha cambiado y las preguntas son: dónde puedo vender mis productos?, podré mantener mis clientes?, puedo vender en mercados más amplios? La respuesta a estas preguntas y a muchas otras relacionadas con la comercialización constituye uno de los temas que más preocupa a las microempresas rurales. Para el pequeño productor ha sido difícil participar directamente en la comercialización, debido a la presencia de una serie de condicionantes en torno a la calidad de los productos que ofrecen y a la presencia de intermediarios que normalmente se han encargado de llevar los productos desde la parcela hasta las empresas agroindustriales y el mercado. No solamente se trata de tener acceso temporal al mercado, se debe buscar establecer los mecanismos para sostener en el tiempo la oferta de los productos. En este contexto, es fundamental el papel de la información, servicio al que el pequeño productor ha tenido poco acceso, siendo una de las causas que limitan su participación en un mercado que es altamente exigente respecto a reglas de calidad, presentación y normas sanitarias. Por tal motivo, es necesario que usted como empresario se preocupe por entender Ias señales del mercado en lo que tiene que ver con el comportamiento del precio, la demanda, la oferta, las formas de presentación, los lugares de colocación, así como el tipo y la calidad del producto más competitivo. Estos son elementos centrales para poder colocar un bien en el mercado. El presente documento plantea algunos criterios relacionados con la comercialización de los productos agropecuarios y agroindustriales originados respectivamente en parcelas de pequeños agricultores y en agroindustrias rurales, con lo que se busca brindar elementos que favorezcan la capacidad de competir en un mercado exigente, abierto y con reglas de juego en continuo cambio.