El estado de los cultivos sembrados desde 2002 ya era preocupante en razón de los retrasos de mantenimiento que se fueron acumulando; con la imposibilidad de respetar los programas de trabajo, debido a una falta de mano de obra y a una temporada de lluvias superior a la media, en 2008 los cultivos se han degradado aún más. Tras la propagación de Ia pueraria, los cultivos 2007 y 2006 tuvieron que ser desbrozados, esta poda radical no hará más que empeorar el retraso ya existente en estos cultivos. El examen sobre los rendimientos indica que los cultivos de 2002 tienen al menos 4 años de retraso con respecto a los de 2000 que fueron cuidados correctamente. Incluso si los complementos tardíos explican parcialmente el retraso, se observa claramente la falta de sentido de una estrategia que consiste en: - prolongar varios años el mantenimiento de la fase juvenil, la más exigente en mano de obra; un consecuente retraso en cuanto a la producción. A estas dificultades técnicas se añade ahora la grave amenaza de pérdidas debidas a una nueva enfermedad cuya progresión podría ser exponencial. Resulta necesario, por lo tanto, ajustar sin demora la gestión de la plantación a las dificultades específicas de la región. En las condiciones anteriormente mencionadas la interpretación de los DF pierde gran parte de su sentido debido a la heterogeneidad ocasionada. Se observa sin embargo, que en 2008 el contenido de los cultivos de 2005 y 2006 es bajo en N, P y K, mientras que en los cultivos de 2000 a 2002, en general, es correcto y vemos una mejora de la nutrición potásica. El análisis de la prueba SLCP01 confirma la importancia de P en el que la erradicación de carencia nativa permite mejorar la producción por árbol en un 20%. En una menor medida el nitrógeno aumenta los rendimientos mientras que el potasio, que por el momento permanece cerca del 0.90%, no parece influir. Es necesario examinar el SLCP04 e intentar explicar porqué se han obtenido respuestas contradictorias con el SFT