La enfermedad, o el desorden, que hizo su aparición en las plantaciones de la zona de Villanueva, en el departamento del Casanare, es aún desconocida en Colombia. Designada con el término de Marchitez vascular, se distingue de las otras enfermedades presentes en esta región: no están asociados ni protozoos flagelados ni nematodos y, a diferencia de la pudricion del cogollo en Los Llanos, es fatal para la palma aceitera. Los investigadores de Cenipalma apreciaron similitudes entre la marchitez vascular y la fusariosis en África. Se observan también algunas divergencias, probablemente vinculadas a la complejidad del patosistema presente en estas plantaciones. Unos aislamientos realizados en los tejidos de palmas enfermas revelaron la presencia de Fusarium spp. y de Thielaviopsis paradoxa. Los ensayos de inoculación permitieron obtener síntomas en plántulas. Síntomas que convendría confirmar mediante técnicas de inoculación más suaves que las empleadas. Se formulan pues algunas propuestas y recomendaciones en este documento, particularmente, en cuanto a los procedimientos de inoculación: se aconseja aplicar en Colombia los que se utilizan en África. En efecto, sólo si se dispone de la prueba formal de que marchitez vascular y fusariosis forman una única e idéntica enfermedad, se podrán proponer razonablemente estrategias de control a corto y medio plazo al igual que vías de investigación a más largo plazo.