Uno de los pilares fundamentales en los que se basa hoy en día el desarrollo de la cacaocultura ecuatoriana, es el aprovechamiento de sus recursos genéticos disponibles. Con esta visión, desde el año 1995, se diseñaron nuevas estrategias de mejoramiento genético, con el objetivo de: a) obtener nuevos materiales genéticos con elevada producción y calidad organoléptica; y b) Potenciar el desarrollo de nuevos nichos de producción en áreas no tradicionales del cultivo. Para esto, un equipo multidisciplinario de trabajo ha venido combinando esfuerzos de investigación en las áreas de: mejoramiento convencional (cruzamientos), biología molecular, calidad organoléptica del grano (físico, químico y sensorial) y más recientemente también de tipo arqueológico, con el propósito de alcanzar los objetivos propuestos. El primer objetivo se empezó a cumplir desde el año 2009, con la liberación comercial de 4 clones altamente productivos: 2 para la Provincia de Manabí y 2 para la Provincia de Santa Elena, convirtiéndose esta última provincia a la época actual, en la región del país donde se evidencian los niveles más altos de producción de cacao fino por hectárea, en base al material genético liberado por INIAP. El resultado anterior, se consolidó en el año 2016, con la entrega para otra zona agroecológica de dos nuevos clones que inclusive superan en producción a nuestro referente territorial (el clon CCN-51). Al momento, se han obtenido nuevos resultados, con base en los cuales se planifica la entrega de dos nuevos clones de alta producción (2019) y que serán específicos para otra región cacaotera del Ecuador. El segundo objetivo también se está materializando con la identificación de zonas con potencial para la producción de nuevos cacaos especiales y de manera particular en la amazonia ecuatoriana, en donde se han realizado hasta el momento tres prospecciones en la región sur, con el propósito de aprovechar al máximo la diversidad natural presente en la zona. Este accionar ha pe