En el campo, se observó un mal manejo de las parcelas del campo semillero: la cobertura se compone esencialmente de gramíneas que compiten por los nutrientes y se debe volver a definir los drenajes. Además, el ganado tiene acceso libre a las parcelas del jardín granero. Al nivel de los progenitores, la eliminación de las hojas verdes bajeras, si bien facilita el trabajo de embolsamiento, provoca pérdidas importantes de la producción. Se puede estimar que se esta perdiendo actualmente por lo menos 200 semillas por racimo en la siembra 1978 y por lo menos 100 en las siembras 1996-98, lo que representa al menos 200.000 semillas por año, pero seguramente mucho más. En el laboratorio de preparación del polen, hay que mejorar la asepsia para evitar la contaminación con polen industrial. Es indispensable también verificar el vacío de cada unidad antes de usarla. Para la germinación, el principal problema parece ser la humedad insuficiente de las semillas, tanto en calentamiento como en fase de germinación. Para el problema de los hongos, se propuso un ensayo de germinación tomando en cuenta los últimos resultados obtenidos en PDA/Quinindé. Por otra parte, se observó que la seguridad es casi inexistente en el germinador y que se puede fácilmente robar semillas: existe un responsable a medio tiempo, las semillas en germinación están diseminadas por todo lado, sala de germinación abierta tanto hacía el exterior como hacía el pasillo central, cuartos calientes y almacenes no cerrados con llaves, área de secado sin rejas, no se realiza un conteo de las semillas eliminadas, etc. Finalmente, Indupalma tiene un gran potencial de producción no utilizado y frente a la demanda de semillas híbridas actualmente importante, puede con facilidad por lo menos duplicar su producción el próximo ano. Pero para lograr este resultado, se debe considerar un criterio de selección para los progenitores adaptado a la producción de semillas sin olvidar pedir ya las unidades de polen necesarias, lueg